jueves, 22 de agosto de 2013

Sobre los libros de APEO de Sedella-

   Son estos un conjunto de cuatro tomos, escritos  por los escribanos de su Majestad Imperial Felipe II en los años siguientes a la expulsión de los musulmanes o moriscos que con anterioridad habitaron la villa de Sedella. Estos tomos narran en letra procesal de enrevesada lectura, la situación en la que había quedado el municipio una vez que los nuevos pobladores se asientan en el territorio.
  El contenido de estos libros es monótono y repetitivo. Describen fundamentalmente las suerte que  les  corresponde a cada uno de los  nuevos vecinos, pero de su lectura se desprenden  y se extraen conclusiones y evidencias que nos informan de aquel oscuro pasado. Estos tomos que se encuentran en el Ayuntamiento de Sedella están necesitados de que se les haga un indice e incluso que se vaya preparando unas ediciones resumidas que se pongan al alcance de historiadores e investigadores interesados en el pasado de Sedella.
Libro de Apeo.Tomo II

  Desde estas líneas quiero expresar mi reconocimiento a nuestro paisano y amigo, emprendedor entusiasta que nunca se quedo quieto y que fue D. José Gutiérrez,  que tuvo la gracia de haberlos encontrado en El Archivo Histórico de la Real Chancillería de Granada. Mi reconocimiento También al Ayuntamiento de Sedella que puso los medios para editarlos.
  Añadir a lo escrito, que aún queda por hacer la transcripción de los mismos y ponerla a disposición de aquellos que sienten curiosidad por el pasado. Tarea esta que debería considerar la actual corporación municipal que en su conjunto asume y promueve de alguna forma la cultura ciudadana.                                                                                              Manuel Castro 

miércoles, 21 de agosto de 2013

Bentomiz: Un territorio en la Alta Axarquia

La reconquista de Al-Andaluz por los reyes cristianos comienza desde al momento mismo en el que los musulmanes se instalan en la Península  Ibérica tras ocho años de conquista. Es en el año 722 cuando el  ejército cristiano, mandado por don Pelayo,  vence a los musulmanes en Covadonga. Desde este mismo momento se inicia un periodo de reconquista que terminará ocho siglos después, con la toma de Granada por los Reyes Católicos.
Durante todo este periodo de tiempo, los enfrentamientos entre las dos culturas predominantes en el territorio son continuos y los musulmanes se ven empujados poco a poco hacia el Sur peninsular y arrinconados en el último reducto musulmán del reino de Granada. Es en la segunda mitad del siglo XIII, hacia el 1260, cuando el rey Alfonso X los expulsa  del valle del Guadalquivir y lo mismo hace en estas mismas fechas el rey de Aragón Jaime I. que los expulsa del levante. A Granada comienzan a llegar estas gentes buscando un espacio donde vivir con sus familias. La presión demográfica sobre este reino ya de por si superpoblado, obliga a buscar tierras en donde asentar a esta población. Al sur de Granada la cordillera Penibética aún permanece como espacio natural deshabitado al que sólo visitan, desde la antigüedad  y  esporádicamente, recogedores de esparto, cazadores y  pastores transhumantes

 Es un territorio de suelo pobre y poco profundo, quebrado y agreste cubierto de bosque mediterráneo.  En las falda de sus sierras, la cabra montés, el jabalí, el conejo la liebre tienen en ella su hábitat. A la sierra Tejeda llegaban desde tiempos de los fenicios, no sólo cazadores sino también gentes de las zonas costera y del valle del río Vélez en busca del esparto. 
Es en este momento histórico de la segunda mitad de siglo XIII., cuando la  población excedente de  Granada que habían sido expulsados de otra regiones de la España cristiana, necesitados de tierras donde asentarse con sus familias, ocupan la falda sur de la cordillera Penibética. Sus sierras: Serranía de Ronda, Montes de Málaga,  Sierra Tejeda, Almijara y las Alpujarras granadinas y almeriense, se transforman en espacios de acogida para estas gentes  desheredadas de la fortuna. 
Son terrenos que necesitan una gran transformación para ser acondicionados a la agricultura. Están apartados de las vías de comunicación que pasan por la costa hacia Málaga y por el valle de río Vélez- paso de Zafarralla, hacia Granada. Es lugar de llegada y no de paso.
 Estos musulmanes  llegan a este lugar en grupos familiares, tal vez todos ellos vecinos o emparentados en sus territorio de origen del cual fueron levantados. Buscan un asentamiento que les permita la subsistencia,y,cuando lo encuentran, construyen sus humildes viviendas agrupadas en pequeños pueblos. En ellos, construyen castillos, baños públicos, mezquitas alminares, molinos y hornos. Queman el bosque, roturan el campo y sobre sus cenizas construyen terrazas escalonadas que podrán de esta forma  ser regadas. Las aguas que desde la sierra bajan hacia el mar a través de arroyos son conducidas a estos bancales o “kakies” como ellos les llaman. Mediante una red de acequias  bien estructurada y respetando unas estrictas reglas en la distribución de las aguas, llegan estas por su propio pie a todos los pagos que conforman el llamado regadío.
 El producto estrella a sembrar será la morera que alimenta al gusano de seda. En lo que respecta a Sedella, en el año 1572, se hace un censo de pie de moral  junto al nombre de sus ciento diez propietarios y se contabilizan aproximadamente cuatro mil pies. Ello me hace pensar  que en la primavera y verano el regadío  que se extiende en torno a la villa, era una gran mancha verde en el centro de la cual, sobre unas lomas que se unen por el norte y se abren hacia el sur, se erguía  un pueblito de humildes casas agrupadas, cuyas calles confluían en un arroyo que corre entre las dos lomas. Este arroyo era el centro de la villa. En él se encontraba el alminar desde el cual, el muecín o almuédano  llamaba a la oración, la mezquita, los baños públicos, y un lavadero.
Posible alminar de la mezquita de Sedella
 Cercanas a este arroyo se encontraban las casas más señoriales de la villa, que tanto en época de moriscos como después de la repoblación, pertenecían a   la clase dirigente . Todas estas casas alojaban en sus bajos, en la primera planta la caballeriza y tenían su huerto anexo que se ha conservado  tal cual hasta nuestros días. Alguna de estas casas aparece descrita por los apeadores en el año1572. Era propiedad del beneficiado Diego de Baena.
Esta clase dirigente que desde 1492 se hace con el control de la villa, está formada por tres beneficiados o clérigos, un sacristán, un capitán, el alcaide encargado del castillo y de la defensa del territorio próximo y varios cristianos viejos que se asientan con sus familias.
  El alminar de la  mezquita  de sedella no tuvo la relevancia artística de aquellos otros que  se construyeron en Salares, Árchez  y Corumbela en la segunda mitad del siglo XIII. También hay que pensar que estas villas no tienen castillo y de esta forma se pudieron desviar los medios económicos y los esfuerzos hacia las construcciones religiosas.
 Detrás del alminar que aparece en la foto y junto a él, es posible que estuviese la mezquita árabe a la que la clase dirigente formada por los cristianos viejos, transforma en iglesia año de 1505. a la que los apeadores llamaban la iglesia vieja mientras que la construida con posterioridad en la plaza, junto al cementerio aparece ya descrita  en el año 1572 con el nombre de la iglesia nueva. 

    A espaldas de la villa, sobre una peana rocosa,  un altivo castillo lucía orgulloso sus murallas, torres y almenas.  Aún se puede observar en el paisaje restos arquelógicos  de lo que  hace mucho años fue refugio en época de invasiones.  La panorámica que desde el se contempla,  abarca todo el territorio de Bentomiz. Detrás  y a mayor altura, en el  llamado Cerro del Fuerte, existió otra fortaleza que pudo servir probablemete para mejorar la comunicación con Granada. El Tomo II de los libros de apeo escritos en el 1572, hacen referencia a esta fortaleza de la que dicen que se encontraba muy arruinada en estas fechas. Este castillo tenía en este tiempo la misión de defender  y servir de refugio a las villas  situadas en la alta Axaquía. Su último alcaide,Melchor Pérez, nombrado por su Majestad Felipe II, tenía la obligación de pagar a la hueste que lo defendía  y de mantenerlo en buen estado. A tal fin, recibía de su Majestad ochenta mil maravedíes anuales. Este dinero se sustraía al fin para el cual se destinaba y se quedaba en Granada, lugar en donde el corrupto alcaide había establecido su residencia. Tales hechos están denunciados en los libros de apeo por si su Majestad tenía a bien tomar carta en el asunto
 .  
 .                                                                                                                                                                                                                                                        M. Castro.         

jueves, 8 de agosto de 2013

UN ALFIZ EN EL HORNO DE HORTENSIA.

      En la calle de Santa Ana nº 7 de Sedella, hubo hasta tiempos recientes un alfiz espectacular que adornaba la entrada de la casa nº 7 de la dicha calle. Con motivo de una remodelación que del inmueble se hizo en los años ochenta del Sg. XX el alfiz se destruye sin que nadie lo remedie. Era éste un elemento decorativo que había permanecido en la fachada de la casa, en la parte superior de la puerta de entrada tal vez desde el siglo trece o catorce, tiempo en el que se puede considerar que una considerable población de cultura árabe se instalan en la sierra a la que ellos mismos llamarán Bentomiz.
Qué alegría me ha dado ver después de tanto tiempo este alfiz morisco que se encontraba en la casa de Hortensia que a su vez, fue un horno de pan hasta tiempos recientes. Miguel Angel, tengo que reconocer que esto es una buena aportación a Sedella Fotos. Aún quedan otros alfices que no han sido destruidos pero no son tan espectaculares como éste. Creo que merecería la pena reconstruirlo en la misma casa que hoy en día es propiedad la señora  Bonnie Miller o en su defecto, en algún espacio público propiedad del Ayuntamiento, conservándolo de esta forma como uno más de los elementos cultural de la villa de Sedella.
 Estas son las últimas evidencias que aún quedan de lo que en su día fue un poblado morisco y tiene un gran valor histórico en el presente y es memoria histórica para el futuro.

LOS LAGARES de Sedella:CONSTRUCCIONES DE LOS NUEVOS POBLADORES


Los moriscos de Sedella, antes de su expulsión, cultivaban gran cantidad de terrenos con viñedos. Tenían tres tipos de viñas, las nuevas, las viejas y las perdidas. La producción de las mismas no se destinaba al vino. Parece ser que, iniciada la guerra santa contra los infieles, los musulmanes perdieron alguna de las batallas a consecuencia de haberse pasado las tropas en el consumo de bebidas alcohólicas, lo que motivó que Mahoma prohibiera su consumo. Por esta razón  los primeros lagares se construyen en Sedella, con la llegada de los nuevos repobladores cristianos en el año de 1572. 
antiguo lagar
Estas nuevas construcciones se edifican en los solares que se sitúan en las afueras de lo  qué fue el perímetro urbano de la villa árabe, con lo cual, los que conocimos en los años sesenta del siglo pasado la existencia y situación de los mismos, antes de ser destruidos, podemos deducir la extensión que la misma ocupaba en estas fechas. Sólo algunos de ellos, como excepción, ocuparon los bajos de algunas de las casas situada en el interior del casco urbano. Algunos de estos, recientemente   desaparecidos, eran verdaderos monumentos del pasado que no supimos en su día valorar, ni conservar y pasaron por ello a mejor vida. Otros se encuentran durmientes en los bajos de algunas de las casas esperando se les haga justicia. Pero no todo se perdió en el tiempo: Uno de ellos luce orgulloso su antigüedad en el Museo de Artes Populares de la ciudad de Málaga.
En Sedella, los cristianos, nuevos pobladores, construyeron muchos lagares. Podrían haber sido tal vez una docena. Yo recuerdo ocho  o diez de los que sólo quedan unos pocos. que el parecer se encuentran en buen estado.
 En el primer día de la trilla los políticos que nos visitaron repitieron uno tras otro la expresión: "tenemos que poner en valor aquellas tradiciones que nos singularizan" "tenemos que poner en valor nuestras tradiciones gastronómicas, culinarias" etc. Son frases pedagógicas, que quedan muy bien, se ponen de moda, se repiten durante cierto tiempo y finalmente son sustituidas por otra de nuevo cuño...A nuestro amigo y vecino Adrew Hood y a su “wife” Andy, nadie tuvo que decirles "que pusiese en valor" su monumental lagar que actualmente es la casa en la que ellos habitan. Se encuentra situado en el Arroyo...Gracias Sr. Hood  y Srª Andy por enseñarnos a "poner en valor" nuestros pequeños tesoros, joyas de nuestro pasado. Aún nos queda otros por restaurar y conservar y de la misma forma, esperamos que se luzcan en un futuro no muy lejano.